Es un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral.
Es la consideración de que alguien o incluso algo tiene un valor por sí mismo y se establece como reciprocidad (respeto mutuo, reconocimiento mutuo).
Es una cualidad de calidad humana que consiste en comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad, de acuerdo con los valores de verdad y justicia.
Significa tener incorporado en la propia persona el sentimiento de respeto hacia los que están en situación de sufrimiento o problema. En ser compañero de alma y de acción con quienes necesitan nuestro apoyo, nuestra ayuda como seres humanos.
Es la disposición a admitir en los demás un amanera de ser, obrar o pensar distinta de la propia.